lunes, 3 de noviembre de 2008

ESTAMOS EN LA CARCEL...

Pienso que de verdad estamos encerados, encarcelados…

Cuando veo todas las prohibiciones que nos rodean desde que comenzamos a vivir, ¿como no asustarse? y luego ¿Cómo no hartarse de luchar…?

A un niño casi desde el nacimiento se le dice no hagas esto, aquello tampoco, no, no, no y No…porque si no Dios te castigara…o yo…siempre asustándole, frustrándolo. Se puede fácilmente entender que se les prohíban ciertas cosas a los niños, como por ejemplo jugar con el fuego. Se le puede prohibir hasta que tome conciencia de que el fuego quema, igual que el agua pueda inundar o que se pueda ahogar en ella si no sabe nadar, etc…

A un niño que no entiende que el horno quema, el día que toque la puerta del horno una fracción de segundos y sienta el dolor, nunca más la tocara...simplemente en tocar una fracción de segundos la puerta del horno se vuelve consciente en la misma fracción de segundo. Lamentablemente el sufrimiento es el mejor corcel que nos acompaña hacia la sabiduría supra consciente.

El despertar a la consciencia es el camino para salir de la cárcel de nuestras mentes parlantes. La mente siempre va y viene entre el pasado e imaginando el futuro, tiene esa función. Ella vive en el pasado, crea y fantasea sobre un futuro incierto. En el presente no hay espacio para pensar, ocurre...sin más. Podemos pensar si paramos toda actividad, apoyándonos en el pasado que ya esta ahí convertido en memoria, un espacio enorme que le sirve a la mente para trabajar con ello para imaginar, hacer planes que muchas veces son inútiles… hasta soñamos con ella por la noche cuando dormimos.

Podemos soñar dormidos o despiertos con el futuro y el pasado, imaginando cosas y situaciones de todo tipo o recordando el pasado, siempre hay espacio, y se auto crea mas y mas espacio, es exponencial.

Pensar necesita espacio, es materia, mecánico en resumidas cuentas y eso no es espiritual.

El cerebro es algo físico, materia, ahí circulan nuestros pensamientos, y no pasa nada. Es normal.

Vivir el presente es algo religioso, el espacio es muy estrecho, en el no puedo ni decir “Estoy escribiendo o formulando esta última palabra” ya paso...el presente es mágico…ocurre.

Jesús lo explico perfectamente bien. Quizás se interpretan sus palabras de forma demasiada complicada, sofisticada, ¿será para que pocos las entiendan y que sigamos durmiendo?...

No tengo nada en contra de la mente, la mente es un instrumento del cuerpo, es magnifica, la cuido, sin ella no estaría escribiendo ahora por ejemplo. Todo es útil, simplemente tenemos que controlarla, igual que controlamos nuestro coche cuando conducimos.

Lo que intento explicar es que la mente es un instrumento y no es nosotros. Nos gusta demasiado identificarnos con ella, pero eso es ego y el ego es una estupidez, no se vive feliz con el, nada es verdadero, es plástico fino...

Otras personas, intentan, se esfuerzan en estar mas en el Ahora, es decir una vez mas, en el presente en el cual nos encontramos actuando, el que sea. Eso es lo que llamo ser una persona verdaderamente religiosa, luchadora, valiente y no a los que solo se justifican ser religiosos yendo a templos, iglesias, mezquitas o sinagogas, y que vuelven de esos lugares con historias para los bellos durmientes zombis, reconfortándose el ego entre ellos. La gran mayoría lamentablemente no entienden nada de lo que se les cuentan en esos magníficos lugares de paz... Pero que sigan, no molestan, y les respeto mientras, porque se lo duro que es el saber dominar nuestra mente, aun sigo aprendiendo... Uno puede estar en una iglesia u otro lugar de recogimiento, no hay nada malo en ello, pero estando en el presente prestando verdadera atención en lo que intenta transmitir el sacerdote o rabino, y en ese caso si que es interesante acudir si uno lo necesita.

El salir de la cárcel, es un despertar hacia ser mas presentes, diciendo la verdad, y teniendo Fe en nosotros mismos, simplemente.

Es tan hermoso estar aquí ahora, simplemente disfrutando de lo que tenemos delante, que sea una flor, un trozo de pan, un niño, tu amado, simplemente mirándola, darle una ligera caricia y hacerse uno con ella, sin ni siquiera hablar... Hablar es ya destruir el presente, decir que bonito es esto o aquello, decir te amo, ya es destruir el presente…se vuelve pasado inmediatamente. Pero bueno, hay que comunicarse, eso si, y menos mal, es el progreso mas bello del ser humano. Gracias a la palabra, vivimos hoy en un mundo digamos, mas desarrollado.

Lo que intento explicar aquí es diferente. El “Hecho” el actuar en el presente, es mucho más importante. El amor es la palabra mas bella que sale de nuestros labios, pero la hacemos grande cuando se transforma en hecho. Es sencillo, cuando lo analizamos bien. Esto te dicen los de oriente: La palabra no es el hecho…

Demasiadas veces parloteamos, peleamos con nuestra pareja como si estuviéramos en un combate manteniendo un duólogo confuso, y no un dialogo claro, una simple y bonita conversación. No dejamos hablar al otro, le cortamos la conversación en vez de escuchar simplemente y luego hablar nosotros…

Dialogar prestando atención a lo que estamos hablando, estando Aquí Ahora, es mucho mas gratificante que parlotear diciendo las “choradas” que nos pasan por la mente… Eso es valido para los durmientes, para los que les encantan chismorrear, hacerse daño entre ellos, y lo peor de todo, es que no se dan ni cuenta, normal, duermen...

Siendo atentos al lo que estamos haciendo o diciendo en el presente, ayuda a salir de la cárcel de oro que nos hemos construido todos en nuestras pequeñas mentes bioquímicas e interactivas. Es verdad que tiene mucho poder la mente, pero tenemos un poder más grande para salir de ella, es decir, de nuestra cárcel mental. Se puede mirar la mente…ser un testigo de esos miles de pensamientos que fluyen ahí dentro y no depender de ellos por lo tanto, no sufrirlos, simplemente mirarlos cuando surgen, como mirando un televisor y quizás elegir uno de ellos para mejorar algo.

Mucha gente piensan que podrán, que van a encontrar esa luz allí a fuera, en las iglesias, en los templos, sinagogas o mezquitas…leyendo montones de libros sobre todo tipo de “luces” que supo encender este u otro, incluido este escrito mío... Otros van por la vida encendiendo velas, o acudiendo a magias negras o blancas, como si eso iba a resolver algo…Todo ayuda, esta bien que estén ahí las velas, ciertas personas, libros y demás para apoyar, pero solo son herramientas, personas, buenas o malas, pero la verdadera antorcha la tenemos nosotros ahí a dentro de nuestro ser, esa es la que vale.

El famoso cielo del que habla Jesús, esta en nosotros, y las nubes son los pensamientos.

Miremos los pensamientos pasar, dejemos de identificarnos con ellos y veremos el sol aparecer entre dos nubes. Nos dará el calor, la fuerza para seguir, nos sentiremos acogidos, en paz, sabiendo que el cielo siempre estuvo ahí, y estará siempre. Simplemente no le prestamos atención. Parece complicado, pero es sencillo, la mente es cuerpo, algo material, orgánico, sirve para ser un buen robot. La consciencia es el cielo, es algo espiritual que, fusionándolo con la maquinaria que nos hemos y nos han montado de joven, nos da un ser nuevo, un ser verdadero y controlado. La pureza esta en la mezcla…

No hay nada que temer en resumidas cuentas es mejor ser consciente de lo que estamos haciendo día a día, porque de esa manera mejoraremos nuestras vidas y la de nuestros hijos. No pasara nada en especial una vez que por fin fluyamos en el presente. La fusión viene sola, cae del árbol como el fruto maduro, no se busca en particular, esa sabiduría llega un día, sin más. Uno no pierde nada cuando ocurre el cambio, todo lo contrario, gana mucho, TODO. Simplemente será lo que es por dentro pero a fuera, y eso se ve muy claramente en las personas que lo han logrado. Generalmente les va mucho mejor y sobre todo, son mucho más felices, relajados y sonrientes. Tendrán sus problemas, sus retos, como todo el mundo, pero son más equilibrados, tranquilos, y duermen sin miedos al porvenir ni a la muerte siquiera.

Cada uno de nosotros detenemos esa fuerza intrínsecamente, esa luz brillando dentro de nuestro ser, pero no la utilizamos bien, mas bien ni le prestamos atención o le tenemos miedo…. Nos da miedo salir de la jaula, así es lamentablemente. Falta Fe.

Preferimos muchas veces perdernos en cosas tontas, bajo negras nubes espesas, mirando la tele, peleándonos con nuestros seres queridos, cotilleado sobre tonterías, hincharnos de comidas insanas, tumbarnos en el sofá bebiendo alcohol… somos maquinas durmientes aducidos por el sistema que nos quieren imponer. Si es así, estamos dormidos, a veces tenemos un atisbo de luz que sale en momentos que son esos los momentos que llámanos divinos… Y decimos: ¡Ohhh, fue divino!, fue maravilloso, ¡que momento Dios mio…! Después vamos por ahí contando la película a los demás que siguen durmiendo en frente, y ellos oyen otras cosas…si, porque no escuchan bien, oyen. Después ellos lo transforman a su manera y lo que en un principio era divino se transforma en un problema de nuevo, en algo espeso, mecánico, mental, es agotador vivir así...quema.

Como le digo siempre a mi hijo: cuando comes… ¡Come!, cuando corres… ¡Corre!, cuando estudias… ¡Estudia!, cuando te duchas, ¡Dúchate! Haz las cosas una por una, y no armes un jaleo de idiotas, sino serás uno de ellos.

Siempre algo surge del ahora, es infinito, confiemos…y seremos libres.

(Extracto de Tu eres el Método)

Marcos....><((((º>

2 comentarios:

J. Alberto Faccio Vedani dijo...

Muy buen toque, me gusta... dale duro Samu, que hay mucho todavia por decir... Un fuerte abrazo... SamuSaiyo Beto

J. Marcos B. dijo...

Si queda mucho aun, pero bueno...empece hace solo un mes amigo, y no estoy todo el dia en mi blog. Pero pronto habra cosas de las que te gustan. Muchas gracias por estar.

Still water my friend...