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martes, 19 de mayo de 2015

LA FORMACIÓN DEL CARÁCTER...



Cada uno entra en la vida con cierto equipo -producto de pasadas vidas de esfuerzo y experiencia- que tiene ciertas deficiencias y muy pocas veces está equilibrado. 
Un hombre es muy mental, otro demasiado psíquico. Un tercero es principalmente físico, y aún otro demasiado místico. Uno es sensitivo, irritable e impresionable, otro lo contrario. Una persona está centrada en su naturaleza animal o es estrictamente material en su punto de vista de la vida, mientras que otra es visionaria y no comete pecados carnales.
Las diversidades son innumerables, pero en cada vida hay una tendencia predominante hacia la que se dirigen todas las energías de su naturaleza. Quizás es impulsada fuertemente por sus fuerzas físicas y vive en consecuencia una vida animal, o es movida por la energía astral y vive una vida fuertemente emotiva y psíquica. Quizás -como la mayoría- está afectada por tres tipos de energía, física, emocional, y, ocasionalmente por la afluencia de energía del alma. 
El punto a recordar es : que los cuerpos en los cuales actuamos como alma, constituyen principalmente cuerpos de energía. Están compuestos por unidades de energía, átomos en un constante estado de flujo y movimiento, y encuentran su lugar en un ambiente similar.  
El alma actúa como núcleo positivo en estos cuerpos de energía y, en la mayoría de los casos, está relativamente estática. Ejerce aún poca presión sobre sus vehículos, pero se identifica con ellos, negando así momentáneamente su propia vida intrínseca.
No obstante, llega el día en que el alma despierta a la necesidad de dominar la situación y afirmar su propia autoridad.  Entonces el hombre (esporádicamente al principio) hace un inventario de la situación.  Primeramente debe descubrir qué tipo de energía predomina, y cuál es la fuerza motivadora de su experiencia diaria. Habiéndolo descubierto empieza a reorganizar, reorientar y reconstruír sus cuerpos. Toda esta enseñanza puede resumirse en dos palabras:  Vicio y Virtud.
EL VICIO, es la energía de las envolturas (cuerpos físico, emocional y mental), individual o sintetizada en la personalidad, porque controla las actividades de la vida y subordina el alma a las envolturas, a los impulsos y las tendencias del yo inferior. 
LA VIRTUD, es la introducción de nuevas energías y de un nuevo ritmo vibratorio, a fin de convertir al alma en el factor controlante positivo y las fuerzas del alma reemplazar a las de los cuerpos. Éste es el proceso que concierne a la formación del carácter.

ALICE BAILEY

Visto en 'La vida una', gracias.