Padre...

Padre…

Es la primera vez que hablo de él, mi padre… Mi padre no fue el padre que uno espera, no fue de esos padres atentos en la educación de sus hijos, nunca estuvo atento ni presente. Nunca dio consejos, no hizo nada de eso… Pensaba en él, solo en él.

Me hubiera gustado que me hubiera ayudado un poco, que hubiera orientado mis pasos que me hubiera indicado un camino, algo…que hubiera construido conmigo un castillo en la arena, que se hubiera tumbado en la hierba del campo junto a un árbol y que me hubiera contado historias de guerreros invencibles…pero no… Todo eso lo busqué solo, con la ayuda de mis libros, mis experiencias, aventuras…y mi querida madre que si que estaba más presente y por suerte aún la sigo teniendo...

Pero aun así, le quiero. Le he estado observando durante muchos años, mirando ese padre extraño pero tan potente en su estilo musical…Gracias a que desde los 14 años empecé a leer y estudiar todo lo que pillaba por ahí sobre el ser humano hoy tengo paz, y ese largo estudio por una parte, me aportó esa comprensión de quien era mi padre, me ayudó por fin a aceptarlo tal y como es.

Es verdad, comprendí que finalmente a él, no le enseñaron a querer a sus hijos, a abrazarles, a charlar y jugar con ellos, a él tampoco le trataron con amor, lo trataron con dinero y sirvientes… Entiendo hoy su trastienda y se que me quiere igual que a mis hermanos, lo que ocurre es que no sabe expresarlo. Pero se penetrar en ella…(su trastienda...) Por eso hoy intento romper las cadenas con todo, y esforzarme en no cometer los mismos errores que él, intento lo mejor que puedo amar a mis hijos, ocuparme de saber si todo va bien y estar siempre presente si me necesitan. No fue nada fácil…, porque cuando uno recibe ese tipo de ejemplo lo reproduce tonta-mente, inconscientemente, los hijos son esponjas, y hacen lo que les hicieron…

Por eso, porque rompí las cadenas que me ataban al pasado , lo llamaré hoy, como siempre lo hice y le felicitaré con todo mi amor, se que él, detrás de su coraza de samurai insensible y apagado, vibrará al calor de mis palabras y es suficiente.

Te quiero padre... Marcos.

¡FELIZ DÍA DEL PADRE A TODOS!