martes, 24 de noviembre de 2009

IRA...el remedio.

SEGUNDA PARTE, como controlar la ira...es un poco largo pero creo que es importante concluir este capitulo que seguro ayudara a alguien. Seguirá un post también muy interesante sobre los "humonos" ... :)


EL REMEDIO ESTÁ en aprender a ser Empáticos, a calmarse, a respetar a los demás y ver si la ira está justificada o por el contrario se utiliza para obtener lo que deseamos, acallar nuestra consciencia y alimentar nuestro ego a expensas de los demás.
Aprender a controlar en alguna medida nuestras emociones, ser conscientes de nuestros arrebatos de ira y por qué y desde cuándo nos dominan puede ayudar al ser humano violento a lograr unas mínimas cotas de calma y de sosiego.

No podemos olvidar que la agresividad está presente en todas las especies del planeta, que la utilizan como medio de protección y de supervivencia, pero la especie humana es más destructiva que cualquier otra especie. Hemos avanzado en todos los campos de la ciencia, pero apenas hemos dado un paso en el arte de saber calmarnos, serenarnos y tener control sobre nosotros mismos.
Gracias a nuestro neocórtex (cerebro nuevo) estamos aprendiendo a ser empáticos, a que los problemas y las necesidades de los demás no nos dejan impasible y nos vamos humanizando, aunque muy lentamente. Todavía está demasiado presente en nuestras vidas y reacciones el paleocórtex (cerebro antiguo), el que nos hermana con el tiburón y la piraña, que jamás pueden calmarse y cuya herramienta para sobrevivir y lograr alimento es su implacable furia.


EL IRACUNDO, UN NIÑO QUE TIENE MUCHO MIEDO....

Quiero decir que tras la ira desmedida, injustificada y descontrolada siempre se encuentra un niño (ser inmaduro e irreflexivo) frustrado y temeroso que para liberarse de su propio miedo, darse ánimos a si mismo y asustar al contrario, utiliza la indignación, la furia y la violencia destructiva.
Da igual de que se trate de unos niñatos irresponsables de dieciséis o dieciocho años que todo lo ensucian y destrozan ("para dar trabajo a los barrendero", decía un mentecato de diecisiete, al ser entrevistado en televisión) o que sea un adulto de cincuenta o sesenta años que explota y se enfurece por una nimiedad, con el rostro desencajado y fuera de si, lanzando toda clase de amenazas e improperios. Su falta de consistencia interna, sus miedos y neuras les lleva a comportarse como niños de tres o cuatro años, caprichosos y temerosos, que rabian, patalean y montan un circo porque les han quitado un juguete o no se les compra chupachups.


¿Como se siente el iracundo compulsivo?

Es consciente de su anomalía, de su trastorno y sabe que no es una persona normal. Es bueno hacerle ver que conocemos su defecto, su anomalía y descontrol, así como su inmadurez e infantilismo, pero esto les pondrá fuera de sí porque sabemos su secreto.
El iracundo vengativo utiliza su ira como calmante de su propia rabia y odio contra sí mismo. Por eso algo sin importancia se convierte en motivo suficiente para pasar en uno instantes de cero a cien en agresividad y furia. Es un ser débil, inseguro y acobardado, y su ira es un grito desesperado pidiendo fuerzas y ayuda. Se sabe que no pocos iracundos fueron niños maltratados que padecían la ira y la violencia de sus progenitores.
En su mente retorcida subyace la idea de que quien es mejor o más fuerte que alguien tiene derecho a tratarle mal o si soy capaz de maltratarte es porque soy mejor que tú. Ser maltratado en la infancia ha podido producir un deterioro psicologico tan grande que utilizan la furia y la ira como una prueba de su fuerza y de su superioridad sobre los demás.


La espiral de la violencia verbal psíquica y física en la pareja

El violento compulsivo hará todo lo posible para tener motivos (aunque no los necesite) que justifiquen su furia, su violencia y agresividad contra su pareja. Para tener motivos y poder atacarle tiene que considerarle un ser malvado y por eso busca defectos, fallos y miserias, y si no existen los inventa. Su actitud será de alerta continua.permaneciendo a la caza de cualquier fallo, descuido o error, por imperceptible que sea, para echárselo en cara al instante e iniciar su ataque implacable de acoso y derribo.

¿Vives con una persona a la que no se le escapa ninguno de tus fallos, lapsus y pequeños errores y que, además durante años no te ha reconocido ningún mérito o valor ni te ha alabado privada o públicamente?

Si respondes afirmativamente ten por seguro que tienes a tu lado a un ser iracundo compulsivo; cumple a rajatabla los consejos que te doy a continuación sobre cómo convivir con alguien que monta en cólera por lo más mínimo. No esperes reconocimiento alguno de tu parte ni alabanzas ni buen trato: no puede, o mejor, no sabe dártelo, porque es como si estuviese programado para enfurecerse, para criticar y no para controlarse y admitir las cualidades o méritos de quien tiene a su lado.
No olvides que tu pareja necesita imperiosamente reaccionar de manera furiosa y violenta para darse seguridad y afirmar su ego. En consecuencia no debe extrañarte de que esté tan atenta a llevar bien en cuenta todos tus fallos y defectos para convertirte en diana de todos sus ataques y dardos envenenados. ¿Verdad que desde que convives con una persona como la descrita sientes como si pretendiera convertirte en un ser malvado?


Para soportar la convivencia con un iracundo compulsivo.

Lo más aconsejable, desde cualquier punto de vista que se mire, es poner tierra de por medio si se estás convencido de que eres la diana de todas las iras de un furibundo compulsivo, pero si por los motivos que fueran tienes que soportar a un ser iracundo compulsivo te sugiero que tomes las siguientes medidas:

1. Fija tú mismo un tiempo para ser objeto de sus iras, pero no permitas que se tome la libertad de atacarte cuando le venga en gana. Dile sin temor: "No voy a estar disponible para que lances tus dardos de rabia y de ira con menosprecio e insultos contra mí en cualquier momento y lugar, porque me iré de tu lado, desapareceré si lo haces. Propongo fijar media hora por día para que te dediques a echarme en cara lo que te plazca". (Pongamos por ejemplo de 8 a 8:30 de la tarde)
Obrando así dispondrás del resto del día para estar tranquilo/a. Debes ser tajante e implacable en no consentirle que pueda descargar su ira cuando le plazca.

2. No pierdas tu tiempo en contradecirle, darle razones o defenderte de sus ataques, porque malgastas tus energías, alientas y atizas su ira y deseos de ataque, acoso y derribo. Como bien dice el gran filósofo Julián Marias: " Es inútil tratar de contentar a quien no se va a contentar".
Tú sencillamente escucha impertérrito sus ofensas, menosprecios y ataques, como la roca del acantilado soporta incólume los trallazos de las olas encrespadas de un mar embravecido.

3. Recuerda que tú eres el fuerte, y quien grita, se enfurece y pierde el control es débil. No adoptes jamás la actitud de debilidad, de temor, de fragilidad, pero tampoco de prepotencia. El secreto de tu fuerza es que tú sabes que estás ante un iracundo compulsivo, alguien controlado por sus propios miedos y temores, que pretende darse seguridad poniéndote nervioso y provocando tu ira hasta amargarte la vida. Tú conoces los mecanismos de su conduta patológica. ?Vas a ser tan estúpido como para seguir siendo de pro vida el blanco de sus iras?

4. Prométete no ser por más tiempo la presa de sus garas, el objeto de sus ataques y dile con firmeza que se busque otra diana sobre la que seguir lanzando sus dardos envenenados.

5. Deja que el iracundo y violento pague las consecuencias de sus malas formas, de su impulsividad, de su falta de respeto. Someterse al iracundo, dejarse pisar es tanto como reafirmarle en que debe seguir machacando al prójimo. Todo aquel que se va de rositas tras una mala acción volverá a repetirla, pero con más saña y virulencia y crecido en su interior...

6. Recurre al stop, al tiempo muerto y corta en seco al iracundo, déjale con la palabra en la boca, con la furia rabiosa en su corazón y dile: " Sólo volveré a hablar contigo si estás calmado y me tratas con respeto", y cumple siempre con esta afirmación. Recuérdale que ya se fijó un tiempo para que lance sus iras contra ti. (Apartado 1.)

Dejo par a tu reflexión estas palabras del viejo filósofo Aristóteles:
"Cualquiera puede enfadarse, eso es fácil. Pero enfadarse con la persona adecuada, en la medida correcta, en el momento oportuno, con el propósito adecuado y la manera conveniente, eso no está al alcance de cualquiera ni resulta fácil".

Bernabé Tierno, "Aprendiz de Sabio". DEBOLS!LLO.

Se acabo...fue largo, pero me pareció útil ponerlo todo, quizás ayude a alguien. Me recordó la historia del Samurai invencible que publique aquí hace un tiempo... El que quiera encontrar algo en este blog, que use el buscador arriba a la izquierda. Poner la palabra "Samurai" por ejemplo, o lo que sea, y veréis surgir arriba los posts relacionados.

Un abrazo zen amig@s, Namasté. Marcos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Marcos, muy interesante esto que dice Bernabé Tierno sobre la ira. Gracias por compartirlo.

Yo hace años leí un texto sobre las 5 emociones naturales del ser humano. Lo recuerdo muy interesante, decía algo como que a los niños desde pequeños hay que enseñarles a manejar esas emociones, que no siempre hay que reprimirlas, porque si no nunca se aprende a controlarlas. Y creo recordar, que la ira, si no se lograba manejar y depurar, con el tiempo se convertía en cólera.
Era muy interesante, veré si puedo recuperarlo.
Gracias de nuevo.
Namasté amigo.

J. Marcos B. dijo...

Gracias por tu comentario Pilin.

A mi me encanta la foto del niño...:)

...pero es verdad, hay que dirigirlos e indicarles el Buen camino...

abrazo zen.

josé maría dijo...

Marcos, conozco a Berbaé Tierno de unas charlas que hizo en el cole de mis hijos... pero entonces estaba "dormido" y no supe captar su mensaje. Un día me compré un libro suyo y otro día otro... y ahora sé que todo lo que él sabe está en mi... sólo tengo que buscarlo y sacarlo al exterior.
YO SOY...
FAZEN

Anónimo dijo...

Porfabor me pueden decir como se llama el libro?