No
nos preocupemos demasiado de los eventos que sucedan en la vida,
ellos
están para lo mejor.
No nos preocupemos de lo que son los demás.
No hay
pecado, sino falta de madurez.
No nos preocupemos por lo que somos,
sino
anhelemos ser realmente lo que somos.
En realidad no nos conocemos;
Dios y el Maestro nos conocen mejor.
Dejemos todo a él y crezcamos como
crecen las flores a través de la inextinguible aspiración y el amor de
la belleza y la verdad.
En la paz creceremos. “Encuentra la paz aquél en
quien los deseos fluyen como los ríos fluyen al océano, no aquel que
desea los deseos. Y la paz es el fruto del darse”.
Cecilia, Ave Maria
Un feliz presente os deseo.
Un abrazo. Marcos.
Un feliz presente os deseo.
Un abrazo. Marcos.
2 comentarios:
"No nos preocupemos de lo que son los demás.
No hay pecado, sino falta de madurez." Que hermosa Reflexión... Estoy de acuerdo contigo. Un Saludo!
En el olvido de uno mismo i la entrega sin condiciones hallamos esa paz que trasciende toda comprensión.
Una magnífica reflexión que nos invita a meditar.
El Ave Maria no la conocia. Es preciosa!
Gracias Marcos
Un abrazo
Marta
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