...y donde están tus emociones, están tus creaciones...
Mucha gente cree que compadecer a un enfermo diciéndole: "hay que pena... lo siento tanto...", etc... les están ayudando a curar. Unos dirían esto ya se sabe!, no son datos nuevos! y les diría si, ya se sabe que no hay que hablar de penas a un penoso, es ridículo, pero lo que muchos no saben es que no hay ni que Pensarlo, ni centrar un minuto nuestra atención en la enfermedad, en lo mal que está nuestro prójimo, nuestro amigo, sino en como le vamos a ayudar. Incluso diría para uno mismo tampoco es útil quejarse de lo mal que va todo, o del dolor que uno tiene aquí, allá y más allá!, porque nos ira peor...
Es mil veces más eficaz buscar en nuestros circuitos neuronales un plan de ayuda eficaz que un plan de compasión barata, y sobre todo inútil... Pero much@s preferimos ser compasivos tont@s, hasta incluso después de haber visitado al "enfermo" seguimos contando a los amigos, a las parejas en casa, lo mal que está "ese" que "compadecemos", ese, que decimos ser nuestro amigo... La compasión que sintió la Madre Teresa de Calcuta por los moribundos y desposeídos siempre fue un estimulo para pasar a la acción, ocuparse de ellos, llevar a cabo una intervención inteligente, y no solo sentarse a rezar.
Cuando centramos nuestra atención en "como podría ayudarle" nos vendrán ideas eficaces de como poder ayudarle. No lo dudemos... vendrán vía intuición, y si hay dudas, como digo siempre: prueba amigo, prueba... Ponerlo en practica a la próxima oportunidad.
Por eso es tan importante entrenarse, ejercitarse en la capacidad de mantener la atención centrada, enfocada en lo útil...en lo que de verdad sirve, ayuda, cuida, nutre uno mismo y el otro, cuidando mucho nuestras relaciones y alejándonos de los vampiros emocionales. Si vampiros, porque los hay y lamentablemente son muy numerosos... Se reconoce un "vampiro" cuando notas que esa persona te vacía tu energía cuando se encuentra en tu presencia. Esas que siempre se deleitan recordándote lo mal que te va en esto o aquello, esas que te recuerdan tus defectos y los de los demás también. Esa persona chismosa, aunque sea tu madre, tu padre, tu esposo, tu hermano, tu mejor amigo, apártalo como puedas y cuanto antes de tu vida si quieres volver a disfrutar y vivir feliz.
Concluyo con una palabras de mi amigo el Dr Mario Alfonso Puig:
" Sea usted el dueño de su atención.
El precio de la libertad es la vigilancia permanente.
Recuerde que donde ponga su atención se hará siempre más real para usted"
Del libro "Reinventarse, tu segunda oportunidad"
Namasté, Marcos.
Conócete a ti mismo y conocerás el universo.
"La atención es la moneda más valiosa que tengo
para pagar la libertad interior."
GURDIEFF
Para el que le guste leer un bonito cuento y útil:
http://lopiensoloescribo.blogspot.com/2011/06/la-serenidad.html#ixzz1UXh2jrDu