EL ESPIRITUALISTA Y LA NATURALEZA
"Para el espiritualista, la naturaleza no debe ser sólo un espacio donde va a disfrutar del silencio y de la paz, o admirar la belleza de los paisajes. En la naturaleza, el espiritualista tiene un trabajo a hacer. "¿Pero qué trabajo?", diréis.
Os encontráis, por ejemplo, bordeando el mar, un lago, o un río... Dirigíos a sus habitantes diciéndoles: "Espíritus de las aguas, reuníos, y cuando pase un barco, inspirad a los hombres y mujeres que transporta, el deseo de mejorar algo en su vida." Y haced lo mismo allá donde vayáis: en un parque, en un bosque, en la montaña. Todos estos espíritus de la naturaleza que habéis alertado ya están en marcha, les habéis puesto a trabajar, y les gusta que les den trabajo. Los espíritus de la naturaleza no saben lo que es trabajar por una idea divina, porque no están dotados de sentido moral; no tienen noción alguna de lo que es el bien ni el mal, y por eso se les puede utilizar indiferentemente tanto para lo uno como para lo otro. Cuando los humanos deciden servirse de ellos para empresas de magia negra, obedecen tranquilamente. Entonces, vosotros, al menos, aprended a utilizarlos para el bien, para la realización del Reino de Dios."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Recordad que también están en todas partes, en tu ciudad, casa, allá donde estés puedes llamarles y darle algo bonito que hacer. 🌞 Marcos.