Uno de los más grandes instrumentos para el desarrollo práctico, y que está al alcance de todos, es la PALABRA. Quien cuida sus palabras y sólo habla con fines altruístas, con el objeto de difundir la energía del amor por medio del lenguaje, domina rápidamente los pasos iniciales y se prepara para la iniciación.
La palabra es la manifestación más esotérica que existe, el medio de la creación y el vehículo para la fuerza. En la parquedad de las palabras, entendiéndolo esotericamente, está la conservación de la fuerza. En la utilización de las palabras, bien elegidas y habladas, radica la distribución de la fuerza del amor del sistema solar, esa fuerza conserva, fortalece y estimula….
El discípulo debe aprender a permanecer silencioso ante el mal, a callar ante los sufrimientos del mundo, sin perder tiempo en quejas inútiles y en demostraciones de dolor, sino tratar de aligerar la carga del mundo, y trabajar sin perder energías en palabras. Sin embargo, debe hablar cuando es necesario el estímulo, emplear la palabra con fines constructivos; expresar la fuerza del amor del mundo, a medida que fluye a través de él, a fin de aliviar o aligerar la carga, recordando que, a medida que la raza progresa, el elemento amor y su expresión entre los sexos, se trasladarán a un plano superior.
ALICE BAILEY
3 comentarios:
Es tan difícil controlar la palabra...)
Para poder llegar a este estado superior primero hay que disciplinar la mente.
Una mente desordenada produce un hablar desordenado, y para ordenar la mente es preciso haber accedido a niveles causales.
Alice Bailey nos está hablando de prepararnos para la segunda
Iniciación, la más difícil de pasar, pues deberemos demostrar que la vida personal ha quedado relegada a un segundo término y el amor al servicio sea para nosotros lo primordial. Actualmente se está dando a la humanidad la gran oportunidad de demostrar que estamos preparados para entrar en el camino del discipulado.
No dejemos pasar de largo esta gran oportunidad, aunque ello implique el sacrificio de una parte de nuestro yo personal.
Gracias Marcos por ofrecernos estas enseñanzas tan aleccionadoras.
Un fuerte abrazo
Marta
La duda es un instrumento que hay que usar con inteligencia.
Namaste!
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Cierto Marta, la mente ha de ser disciplinada, la meditación siendo el ejercicio más adecuado par a lograrlo. Es un entrenamiento :)
Muchas gracias por estar siempre presente por aquí.
Un fuerte abrazo.
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