..Para mi ser espiritual
quiere decir ser más compasivo, afectuoso, y bueno. Quiere decir tender
la mano a la gente con cariño, sin esperar nada a cambio. Quiere decir
reconocer algo mayor que uno mismo, una fuerza que existe en una esfera
desconocida que tenemos que luchar por descubrir. Quiere decir
comprender que hay lecciones superiores que debemos aprender y darnos
cuenta de que, una vez aprendidas, nos esperan otras aún superiores. La capacidad de ser espiritual reside en el interior de todos nosotros y tenemos que sacar provecho de ella.
He
visto a personas religiosas cometer actos violentos o incitar a otras a
cometer actos bélicos. "Mata -dicen- porque aquéllos a quienes atacas
no comparten nuestras creencias y, por lo tanto, son nuestros enemigos."
Esa gente no ha aprendido la lección de que sólo hay un Universo, un Alma. Para mí, su actitud es totalmente antiespiritual,
me da igual qué religión la defienda. Esa seria de hecho, la diferencia
entre religión y espiritualidad. Nadie necesita la religión para ser
espiritual; se puede ser ateo y, no obstante comportarse con cariño y compasión.
Una persona puede trabajar de voluntario, por ejemplo, no porque se lo
ordene Dios, sino porque, al hacerlo, se siente bien y porque considera
que así deberían tratarse los seres humanos entre ellos, que así es cómo
deberíamos progresar hacia el nivel superior.
Según mi concepción, Dios es una energía de amor y sabiduría que reside en todas y cada una de las células de nuestros cuerpos.
No me lo imagino como un señor barbudo sentado en una nube emitiendo
juicios. (En términos psicoanalíticos, se diría que eso es una
proyección, el antropomorfismo de Dios.) La Pregunta más importante en
el tema de la espiritualidad no es: "¿a qué Dios adora usted?", sino
"¿es fiel a su alma?", "¿lleva una vida espiritual?", "¿es una persona buena aquí en la Tierra, que disfruta de su existencia, que no provoca daño, que hace el bien a los demás?".
Esa
es la esencia de la vida, algo fundamental en nuestro camino hacia
cimas superiores, y no parece tan complicado. Sin embargo, muchos aún no
hemos aprendido bien esas lecciones de espiritualidad. Somos egoístas, materialistas, personas carentes de empatía y compasión. El impulso de hacer el bien cede ante el deseo de estar cómodos físicamente. Y, cuando la bondad y el egoísmo luchan en nuestro interior, nos sentimos confundidos e infelices.
Brian Weiss, pagina 254/255 en su libro: 'Muchos Cuerpos, una misma Alma'
4 comentarios:
Muy hermoso, cierto y lleno de Amor
Marcos.
Lo comparto plenamente.
Gracias de corazón
Un fuerte abrazo
Marta
Estupenda entrada Marcos. Al igual que Marta, me identifico y estoy totalmente de acuerdo con la misma.
Un abrazen
Siempre es así...
Un Señor sentado y barbudo, no es conocer a Dios. Eso es inconsciéncia total. Que lejos de la verdaD del Alma.
Dios o esa Alma Mundi se esparde por cada rincón cómo tu dices de nustras celulas y las de todo el planeta y de los muchos universos existentes.
Todo es también espejo y ahí debemos aprender a ver.
Gracias.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias a vosotros tres queridos amigos Olga, Marta y Dani.
Gracias por estar y por vuestras palabras.
Un abrazo, Marcos
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