Cuando entrenamos el cuerpo, todo nos duele, pero cuando logramos el objetivo, decimos: valió la pena.
También se aplica a nuestro mundo interior; con paciencia y entrenamiento, encontramos la llave del paraíso.
Namasté. Marcos
martes, 16 de noviembre de 2010
5 comentarios:
Gracias por Ser, por estar y por tus palabras aquí :) siempre aportan algo más. A partir de ahora no se publicaran los comentarios de 'anónimos' al menos que conozca la persona o que su comentario sea realmente útil para todos, y para publicidad no pierdan su tiempo. Gracias por su comprensión. Si tu comentario no aparece enseguida, sera visible muy pronto. Namasté.
"La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia" Amos ALCOTT y, lo que me desees, para ti el doble :)
Y esa llave nos dará el elixir de la eterna juventud en el aquí y ahora.
ResponderEliminarGrácias.
Estoy contigo. Sabia reflexión.
ResponderEliminarJoé ,pues va a ser eso...ahora estoy con gripe y me da una rabia!!cuando no tengo una cosas tengo otra y eso me desanima :(
ResponderEliminarUN BESAZO CON MASCARILLA
Para que haya equilibrio entre cuerpo y mente deben ser entrenados por igual el esfuerzo
ResponderEliminarvale la pena.
Un abrazo de luz
Si Marisa, vale la pena mover las DOS.
ResponderEliminarMuchas gracias a tod@s por estar :)
Namasté