Según una vieja leyenda, un famoso guerrero, va de visita a la casa de un maestro Zen. Al llegar se presenta a éste, contándole de todos los títulos y aprendizajes que ha obtenido en años de sacrificados y largos estudios...
Después de tan sesuda presentación, le explica que ha venido a verlo para que le enseñe los secretos del conocimiento Zen.
Por toda respuesta el maestro se limita a invitarlo a sentarse y ofrecerle una taza de té.
Aparentemente distraído, sin dar muestras de mayor preocupación, el maestro vierte té en la taza del guerrero, y continúa vertiendo té aún después de que la taza está llena.
Consternado, el guerrero le advierte al maestro que la taza ya está llena, y que el té se escurre por la mesa.
El maestro le responde con tranquilidad "Exactamente señor. Usted ya viene con la taza llena, ¿cómo podría usted aprender algo?
Ante la expresión incrédula del guerrero el maestro enfatizó: " A menos que su taza esté vacía, no podrá aprender nada"
Que lindas maneras de demostrar y hacernos abrir los ojos...
ResponderEliminarUn placer pasar por aqui..
cariños.
Una muy buena lección,si señor!
ResponderEliminarMe voy a trabajar pensando en ello,nos vemos por la noche.Gracias por tus palabras en mi blog.Un beso
Yo todavía ando buscando mi taza...
ResponderEliminarPAZ Y AMOR para ti, para todos...
qué bueno!! con lo que me gusta el té :) feliz tarde (... me tomaría un té, pero hoy ya llevo dos y otro más... je je je). Desde ahora veré las tazas vacías de otra forma, ...mejor :)
ResponderEliminarjajaja! JMaria, quizás sea mejor aun! muy bueno.
ResponderEliminarGracias a todos por estar y bienvenida Bego. Un abrazo.
Una buena enseñanza que debemos aprender como alguien que dio su opinion tambien me pasa que ando buscando mi taza..jaja
ResponderEliminarCon cariño
Mari